Muñecos y peluches
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Habilidades:
Ética del cuidado, comunicación, corresponsabilidad, resolución de conflictos, negociación, gestión de emociones
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Competencias clave:
Autonomía personal, competencia social y ciudadana, competencia lingüística
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Actividad, profesión:
Docencia, Sanidad, Política, Paternidad corresponsable, Corresponsabilidad en los cuidados, Juríridico, Psicología
→ Explicación
Teniendo en cuenta que el juego simbólico juega un importante papel en la educación y socialización de los niños y las niñas, los juguetes que se relacionan con muñecas, muñecos o peluches son especialmente interesantes para el desarrollo de una serie de habilidades y competencias. Con este tipo de juguetes, la infancia “copia” actuaciones de las personas adultas, sobre todo, en situaciones de comunicación y de cuidados. Así, se habla con las muñecas como si fueran personas, incluso se dramatizan conflictos y la resolución de los mismos, se les cuentan aventuras y se interactúa con el juguete como si tuviera vida propia, repitiendo, en muchas ocasiones, expresiones que han oído a las personas adultas. Se argumenta, se expone, se describe...es decir, se usa de manera oral la tipología textual que se pretende desarrollar desde la competencia en comunicación lingüística que se señala en la LOMLOE (Ley Orgánica de Educación vigente).
Por lo tanto, se desarrollan habilidades comunicativas como la negociación, la escucha, la empatía, la resolución pacífica de conflictos, la comprensión textual, el razonamiento y argumentación, etc. Podríamos decir que estas habilidades comunicativas son la base de una serie de profesiones como abogacía, judicatura, docencia en todos los niveles educativos, política, sindicatos, psicología, sanidad, comercio, diplomacia, ... Las muñecas, muñecos y peluches también son el eje del “entrenamiento” para los cuidados, tanto los autocuidados como los cuidados de las demás personas del entorno. Así, se juega a alimentarlos, a peinarlos, a bañarlos, a vestirlos, a pasearlos, a enseñarlos...Desde este punto de vista, estos juegos se relacionan directamente con la competencia ciudadana en la que se busca el bienestar personal y también el colectivo. Los cuidados son la base del bienestar y de la búsqueda de ese bienestar colectivo que lleva a las personas a sentir empatía, no solo por las personas de su entorno más próximo, sino también del lejano. Así, se desarrollan habilidades de cuidado que son la base de muchas profesiones y que deberían ser la base de cualquier ciudadanía democrática: voluntariado, activismo ecologista y feminista, política, docencia, cuidado de personas mayores, sanidad, ...
Y aún más importante que las profesiones es la importancia de este entrenamiento en los cuidados de los varones. Tradicionalmente, han sido las niñas el objetivo de este tipo de juguetes, puesto que los cuidados y la maternidad han sido ejes del proyecto de vida de las mujeres en una socialización sexista con una clara división sexual del trabajo. Por ello, que los niños jueguen con muñecas, que expresen emociones en el trato con estos juguetes, que representen las labores de cuidado y que se hagan responsables de esos cuidados en este tipo de juegos supone una experiencia de socialización igualitaria, de forma que educa a los niños para una futura paternidad igualitaria, afectiva, cercana y corresponsable. Sería este uno de los puntos principales en este tipo de juguetes puesto que rompe con los estereotipos y enseña igualdad: paternidades del siglo XXI.